5 claves para comunicarte con tu equipo

Liderazgo y lenguaje corporal. ¿Cómo están relacionados? Nos ha llamado la atención esta frase que hemos encontrado navegando en Internet. “Para que los demás te vean como un líder, has de actuar como si tú mismo te lo creyeras”. Y es cierto. Al menos, eso es lo que aseguran los expertos en el tema. No basta con tener ciertas capacidades o cualidades de líder para convertirse en uno, también es necesario saber proyectar esa figura a los demás, sobre todo cuando nos referimos a nuestros empleados. Y para ello, existen diferentes tips o pautas de liderazgo y lenguaje corporal que es posible aprender y que pueden ayudarte a conseguirlo.

5 Claves para comunicarte con tu equipo:

1.- Naturalidad ante todo. Cuidado con tus posturas y movimientos, porque dicen mucho de ti. A la hora de comunicarnos con nuestro equipo o empleados, lo mejor es adoptar una postura lo más natural posible, que favorezca un ambiente y conversación agradables. Presta una atención especial a tus pies y piernas, no has de moverlos en exceso, tampoco abrir las piernas demasiado o meter las manos en los bolsillos. Es más, cuanto menos los muevas, mejor. Según Carol Goman (experto en lenguaje corporal), disminuir los movimientos puede hacerte ganar autoridad. Has de ofrecer una imagen de alguien seguro de sí mismo, tranquilo y confiado, por lo que has de mantener una respiración profunda y constante, con movimientos controlados.

2.- Tu cara también dice mucho. No hay que olvidar los gestos, claro está. Al igual que el movimiento del cuerpo puede expresar nuestro nerviosismo o tranquilidad, nuestra cara será el foco más importante de atención. Los expertos recomiendan prestar especial atención a nuestra mirada, que ha de expresar seguridad y decisión. Es importante siempre mirar a los ojos de nuestro interlocutor, sostener la mirada, que sea capaz de impactar a quien tenemos en frente. Eso denota seguridad y confianza en ti mismo y en el mensaje que quieres comunicar.

3.- Un tono de voz adecuado al mensaje. La voz es otro de los elementos a través de los cuales nos comunicamos y que refleja nuestro estado de ánimo y personalidad. Un tono de voz demasiado bajo cuando nos dirigimos a nuestro equipo puede denotar inseguridad en nuestras palabras e incluso miedo. Un tono demasiado alto se puede traducir en un exceso de autoridad. Lo ideal en una conversación con el equipo o en una negociación es variar el tono de tu voz según se vaya desarrollando la conversación, subiendo el tono para hacer mayor énfasis en algunos aspectos. Un buen consejo también es darle una mayor precisión a tus palabras separando algunas sílabas y apuntando con el dedo, para darle mayor contundencia al mensaje. Algo bastante habitual en la política, por ejemplo.

4.- Erguido pero relajado. Mantener una postura recta, con la espalda derecha y la cabeza alta (lo que también te permitirá verte unos centímetros más alt@), pero sin llegar a parecer demasiado prepotente y tratando de ofrecer una imagen relajada. Con nuestro paso al caminar tenemos que tratar de ofrecer seguridad, confianza y también mando.

5.- Contestar preguntas, toda una ciencia. Tal y como recomiendan los expertos en lenguaje corporal, se ha de evitar tardar demasiado en contestar a una pregunta, ya que denotará inseguridad. Tampoco tenemos que dar la sensación de estar escogiendo las palabras adecuadas para que regalarle a nuestro interlocutor lo que quiere escuchar. En la medida de lo posible, se han de evitar expresiones del tipo “Ahhhh”, “Mmmm”, que puedan transmitir nerviosismo e incluso inseguridad en nuestro mensaje. Antes de contestar, los expertos también recomiendan mirar hacia arriba, y evitar hacerlo hacia un lado o hacia abajo, ya que se puede interpretar como timidez o falta de confianza.

Esta frase del diplomático y político estadounidense John Quincy Adams describe muy bien qué es ser un líder:

Imagen sobre liderazgo de John Quincy Adams

Liderazgo y lenguaje corporal. Lo que NO debes hacer

  • Esquivar la mirada del interlocutor y evitar mirarle a los ojos.
  • Erguir los hombros, ya que puedes dar la sensación de estar a la defensiva.
  • Mantener los puños cerrados.
  • Hablar con un tono de voz demasiado bajo, que denote inseguridad o miedo.
  • Mover demasiado las manos y los dedos, tocar los labios, la nariz, los ojos en exceso. Todo ello puede transmitir nerviosismo e inseguridad.
  • Sonreír demasiado. Por supuesto, hazlo en el momento de estrechar la mano de tu interlocutor al conocerle o saludarle, pero sonreír en exceso puede ser contraproducente. Sonríe sólo cuando así lo requiera la situación.
  • Esquivar el saludo al interlocutor.
  • Mantener los brazos cruzados durante toda la conversación. Según algunos expertos, este gesto puede transmitir el mensaje de que bloqueamos o damos por terminada la conversación.

Y, sobre todo, no olvides que todo se puede aprender, y que existen métodos y actividades de empresa y Team Building en Madrid y Barcelona para mejorar tanto tu liderazgo y lenguaje corporal como la comunicación con tu equipo. ¡Pregúntanos!